viernes, 8 de mayo de 2009

una vez mas.....

Bueno……. Volví, sin las pretensiones de ser millones ni de aclamación ni siquiera de que alguien me lea. Simplemente volví a tener la necesidad de gritar en este espacio un par de cosas que guardo en vaya a saber uno qué lugar…
Pasó el tiempo y definitivamente no soy más sabio. Desgraciada e injustamente, permítanme decirlo, no me creció más pelo, no adquirí mágicamente las virtudes cardinales, no se me desarrollaron los superpoderes y ni siquiera mi miembro varió su longitud y/o su diámetro.
En síntesis ……..Creo seguir siendo el mismo, pero han pasado muchas cosas desde que escribí mi último post, trataré de que no se me noten , aunque todos sepan que es imposible, porque incluso el que estas palabras escribe no es el mismo que las relee antes de publicarlas.

sábado, 17 de enero de 2009

CUMPLE.....
Hoy se supone que es ese día, en el que muchos te felicitan por cumplir años. Si uno lo analiza en detalle, no es gran cosa entendiendo que podríamos datar a casi cualquier cosa. De hecho , no se festejan los años de los edificios?
De los Clubes, de las empresas. De sucesos terribles y desgarradores como lo son las guerras y demás catástrofes causadas por el género humano para acelerar su finitud.
Incluso nuestros fieles amigos, los canes, con su particular conteo que les multiplica la edad por cuatro o por seis, con una proporcionalidad sádica e injusta con tan nobles bichos.
También se acerca esos momentos en que uno tendría que empezar a “sacarse” años (aquí me quiero detener un segundo. Alguien se puso a reflexionar sobre esa expresión? Es que acaso uno puede hacer como con un cuenta kilómetros? A donde se va a sacarse años? En fin..)
Decía que en algún momento empezás a mentir sobre tu edad dándole un mérito intrínseco al hecho de ser joven. A la juventud como un valor en si mismo.
Suponiendo que mi edad no fuera evidente. Y que pudiera engañar aunque sea a un ciego. Por que tendría que presumir un segundo menos de vida?
Ojo! No es lo contrario tampoco. No creo que la vejez sea un valor.
Pero si haber durado!!!! O perdurado, mejor dicho.
Por eso es que podríamos inventar una nueva unidad de medida. Ya que un año es una ocurrencia absolutamente arbitraria de nuestros antepasados los romanos. Podríamos contar nuestras vidas de otra forma. Con algo que de verdad implique o cuente algo de lo que somos.
Por ejemplo:
Cuantas veces se enamoró señora?
Cuantos amigos tiene al día de hoy, mi estimado?
Cuantas serenatas ha dado, compadre?
Cuantas veces lloró de risa?
Cuantas veces abrazaste a tu pareja y le dijiste que la querías después de hacer el amor?
Cuantos viajes hiciste? Cuantos programaste? Cuantas rondas invitaste?
A cuanta gente conociste?
Cuantas ideas locas concretaste, o cuantas poesías se te ocurrieron solo, sin papel y nunca más las recordaste?
Vos pibito cuantas veces te sorprendiste me decís?
Y vos chiquita, cuantas cartitas recibiste? Ahhhhh mirá vos….. parecen menos!!!!!
Usted abuela, me dice que todas esas veces se emocionó????? Que buena vida! Y las que vendrán!!!!!!
Hoy, en el día que se supone, tengo que hacer un retrospectiva de mi vida. En donde tendría que hacer el balance de este tiempo transcurrido, logros, metas, y someterme al más cruel de los espejos. He decidido contar cuantas veces me jugué por lo que creo y lo que quiero. Sin importar lo catastrófico de los resultados. He decidido contar de verdad, cuantas veces he sido yo el que decidió el curso de su vida.
Y saben que?
Si, ahora sí pueden desearme felicidades. Ahora si siento que cumplo o, mejor dicho, que cumplí!!!!!!!!

miércoles, 12 de noviembre de 2008

AEROPUERTOS (II)

Hasta que al fin sucedió……
La hora y pico que transitamos esa hermosa y gigante esmeralda que nos separaba del destino, sólo fue matizada con algún que otro monosílabo y la lluvia que de a ratos daba cuenta de donde estábamos.
Si.
Para colmo lluvia.
Cómo si no fuera suficiente los últimos días de agonía, en donde negábamos los minutos a fuerza de una tozudez infantil, que no engañaba del todo al calendario, al reloj, a nosotros.
Cómo si el silencio no fuera lo suficientemente explícito y ensordecedor, capaz de tapar la música denosequién que me gusta mucho.
Se puso a llover.
Con esas gotas grandes, gordas, pesadas. Gotas pretenciosas. Esas que te recuerdan que un día fueron agua y ahora lo quieren volver a ser.
Trato de balbucear algo y ni siquiera yo me entiendo.
Estamos con tiempo, entonces me lleva a mirar un pueblito que nos faltó conocer.
Aprovecho la parada, prendo el cigarrillo, ese que no se me ocurrió volver a fumar dentro de su coche.
Y el humo me parece más triste que la lluvia
Finalmente llegamos.
Adonde hace unos días volvió a empezar.
Nos miramos.
Ninguno de los dos se anima a emular la lluvia
Algo se me atraganta en la boca
La miro y la abrazo como para que no se me escape.
Cómo para decirle que estoy, que todavía estoy.
Para que le dure
. Para que me extrañe.
Me escondo en su cuello, inhalando, absorbiendo, saboreando el rocío mezquino de su esencia. Ese que añoro segundos después de despegarme de su cuerpo.
Nos bebemos por última vez.
Ella busca una excusa para irse antes.
Yo la acepto y la miro salir. Fingiendo una fortaleza que la muestra más vulnerable aún.
Ruego que no pierda lo que encontró.
Subo las escaleras arrastrando lo que parece ser un bolso, arrastrando lo que parece ser mi persona.
Y pienso en las cientos de veces que quise que me despidieran en un aeropuerto,
En las miles de veces que reclamé que alguien me recibiera,
y en esta única vez que no miro siquiera el destino, no pienso a que o a quien vuelvo a ver.
Que papeles, que escalas, cuanto estaré sin fumar, que demoras ……..
Sólo puedo pensar en la próxima vez que esté en ese aeropuerto y sacarme ese vacío lleno de nostalgias.Sólo pienso en volver, y esta vez, sin despedidas

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Superhéroes (II)

Ay Federico García Si estuvieras aquí!!
Si tu romancero se hiciera carne
En estos huesos desgarrados.
Si me defendieras de tanto hoy.
La noche iría aclarando.
Sanarían estas llagas
Que hoy siguen sangrando.

Si los agostos malditos
Se empecinan en fusilarte
No dejes de renacer
Y de dejar el balcón abierto
Para que podamos vengar
al corazón despreciado
De tanta ilusión perdida
De tanto puñal artero.

Salgamos a hacer justicia!!!
Con los olvidados, con los maricas,
con la putas, con los exiliados
con los derrotados y los malditos
Lavémosles los pies
besémosles las manos.
lamamos sus heridas.
calmémosles el llanto

Azota con tu pluma
a las escépticas, a los sombríos
derrite con tu aliento
las burdas modas de lo vano.
Golpea con sonetos,
a quienes nos tildan de raros.
Y rompe con tus versos
los muros del espanto

Después nos iremos de copas
Con la casada infiel, con Pablo
Con Julio y con la Maga.
Con Alfonsina y con Amado .
A reírnos de aquellos necios
que te creyeron muerto.
A brindar por las vidas
que esta noche hemos salvado.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Suoerhéroes ( I )

En 1938 aparece por primera vez la obra de Jerr Siegel y Jorge Shuster Comenzaba la historia de un tímido y desabrido periodista que, oculto detrás de un par de anteojos (¿?!!!!!!!!!!!) defendía a la humanidad de las calamidades más grandes.
En 1939 un ser oscuro y torturado se disfraza de murciélago y sale a pelearse con los malos en Ciudad Gótica.
Superman y Batman ven la luz a la sombra de una de las calamidades más grandes de nuestra condición humana. La segunda guerra mundial.
No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta que la gran necesidad de contar con seres maravillosos que representaran el bien fueron cruciales y definitorios en el éxito de estos personajes.
Los hizo queribles.
Los hizo Creíbles.
Incluso logró que todos se hicieran los distraídos acerca de la atrofia masiva del lóbulo parietal que padecían los habitantes de Metrópolis, única explicación que se me ocurre al hecho de que nadie se diera cuenta de que Clark Kent era Superman con anteojos.
La cuestión es que estos dos superhéroes mostraban su otra personalidad, su alter ego si quieren, cuando las cosas se ponían peludas. Durante el día cumplían con sus respectivos roles de Millonario aburrido y reportero mediocre.
Pero cuando las papas quemaban. Ahí te quería ver!!!!
No me detendré a hablar de la constante tendencia a la esquizofrenia. Eso se lo dejo a quienes saben de verdad.
Pero la condición de la doble vida se tornó indispensable para cualquier superhéroe que se precie.

Desde su asiento de conductor del interno17 Raúl empieza su turno a las 5:45
Sube al micro. Se sienta. Suspira. Enciende la radio y piensa – El sábado tenemos que romperla! Es lunes y ha ensayado todo el fin de semana en la casa de Andrés.

“Ay tumba! ¡Ay, lecho nupcial! ¡Ay, subterránea morada que siempre más ha de guardarme! Hacia ti van mis pasos para encontrar a los míos. De ellos, cuantioso número ha acogido ya Perséfona, todos de miserable muerte muertos: de ellas, la mía es la ultima y la mas miserable…”; – repite en voz baja- . Justo cuando la llaman de la mesa 8.
– Buen día! cómo le va? Lo de siempre? En seguida!

Después de trabajar toda la noche, Mariel pone el agua, se saca los zapatos y mira el lienzo, los trazos van descubriendo lo que al principio parecen manchas informes pero van perfilando una pasión pocas veces vista. Estará pintando todo el día hasta que su turno en el casino empiece de nuevo.
El supervisor pasa por detrás. Está tan concentrada que ni se da cuenta. El apenas mira la pantalla y asiente conforme. No se da cuenta que esa furia en el teclado, esa mirada en la pantalla, están inmortalizando una noche memorable a través de un relato cargado de deseo furtivo. Son las 11 de la mañana en el estudio y Elena está por subirlo a su blog, aunque no le importa si el lo lea es uno de sus mejores post. Sin lugar a dudas.
-“ La terminé, por fin la terminé!!!!!!!!! Ya está viejo! Es una tonada! Para vos! –sale de la ducha y se viste. Hoy en su ventanilla del banco lo verán con otra sonrisa. Hasta aceptará que le pidan cambio y cambiará algunos cheques con la cédula de identidad.

Yo lo sé.

Hace rato que me di cuenta.
Vivo en una ciudad llena de personas con identidades ocultas. En donde un servidor público está pensando en la próxima estrofa, mientras levanta tu basura. O el chofer del micro va ensayando mientras disimula diciendo que atrás hay más lugar.
Supe que esa secretaria era una poetisa furibunda cuando espié por el rabillo de mi ojo izquierdo mientras fingía esperar por el dentista.
Y las manos cansadas de esa camarera tenían imperceptibles manchas del óleo que utilizó la noche anterior.
Están prudentemente ocultos.
Pero son muchos.
Están atentos y expectantes.
En estas épocas cada vez más difíciles. En donde las fuerzas oscuras acechan con disfraces distintos y más peligrosos.
No están en ningún comic.
Son de verdad
Viven en mi Ciudad.
Y desde que los presiento, me siento menos solo.
Más cerca del juntos.
Se que a la vuelta de la esquina, en un café, o en una oficina cualquiera habrá alguno de ellos que desparrame su arte e ilumine las sombras cuando creamos que todo está perdido.
Que siempre habrá alguna estrofa que me saque de la agonía de no tenerla.
Que siempre habrá para ver, manchas desesperadas dibujando paraísos encontrados.
O para escuchar una tonada acariciando mejillas, bailada por musas entre viñedos.
Vivo en una Ciudad de artistas.
Esa es mi suerte, mi destino y mi verdad.
Pobres aquellos que, habitándola, no se dan cuenta de su fortuna. Despreciando a quienes los salvan de una existencia marchita.
Por lo pronto, me encanta vivir en un lugar donde estoy protegido por miles de personas que no dejan que caiga en la absurda y triste rutina del gris eterno.

sábado, 6 de septiembre de 2008

azar?

A veces sin querer
Sin pensarlo
Pero soñándolo
Anhelando secretamente
con las entrañas, las lágrimas y la piel
Negando todas las posibilidades
Destrozando la aritmética de los fracasos
Desarmando las probabilidades de las derrotas
En una esquina
En el asiento de al lado
A la orilla de ese camino que tantas veces transitamos
Nos atropella la casualidad
Y nos da de bruces con la alegría.
Nos sorprende, ya escépticos, desgastados y melancólicos
Y no le creemos.
Dudamos que sea cierto
La hacemos luchar con la almohada
Fingiendo para que no duela tanto.
Mintiéndonos para no creernos.

Y sin embargo

Hoy sí.
Indultan a los culpables de creer.
Se borran las cicatrices
De tanta lucha perdida
No sentimos las llagas
Y nuestros ojos empiezan a ver más claros
Ya no hay tanta niebla

Y ahí

Justo ahí
Estas vos
Con la guardia alerta
a fuerza de penas
Con la sonrisa perdida
en el sur de tus recuerdos.
Pero con las ganas intactas
de ser.
Me mirás
y sólo eso basta
Me dejas pensarte
Imaginarte
y destilar tanta tristeza
te presiento
y ya...
ya soy con vos…

viernes, 22 de agosto de 2008

AEROPUERTOS

Un señor mayor, casi viejo, juega con sus manos nerviosas con algo que parece una cadenita.
Tiene rasgos cansados, pero firmes.
La piel curtida al sol, al tiempo y a sinsabores.
Los ojos, vidriosos pero fuertes, miran a un grupo que se abraza. No está distante. Pero mira desde una distancia prudente.

Una mujer bella, bien vestida, de unos veinte/treinta y algo.. mira el reloj impaciente por enésima vez. Tiene la edad justa de las mujeres bellas. Aquella que la hace deseable y temida a la vez. Y ella lo sabe.

Un niño se cuelga del pantalón de un hombre mayor y le pregunta algo. El hombre, no le responde y mira con la vista clavada en una puerta.

Un joven y una joven se besan desesperados. Como si en eso les fuera la vida. Se beben con la ansiedad de un naufrago.

Un grupo de personas levantan unos carteles con nombres. Hay histeria, gritos y risas nerviosas.
Un señor de sobretodo ve la hora, refunfuña, marca su teléfono y llama otra vez.

Un chico/adolescente/joven/ con una gorra hacia atrás, se sienta en el suelo y empieza y abre su computadora. Sus manos son casi invisibles en el teclado. Ríe, asiente con la cabeza, se queda callado un instante vuelve a reír.

Un pibe de limpieza, con auriculares puestos, pasa un lampazo sin percatarse de que le lustra los zapatos, sin querer, al hombre de sobretodo. Este vuelve a refunfuñar. El pibe no lo nota. Está pensativo……

Alguien dijo por allí que los aeropuertos son los “no lugares” por excelencia. A razón de que no existen códigos comunes ni se comparten experiencias entre todas las personas que pasan por allí. Y la verdad es que, puestos en rígidos observadores de gabinete esa asepsia tan impersonal y uniforme corrobora la sentencia.
En principio.
Pero yo veo algo distinto.
Ahora el viejo se acerca al grupo. Sus ojos brillan mas todavía. Sus pasos son cansinos y temerosos.
La bella mujer se da vuelta. Mira, por debajo de sus gafas a un hombre maduro que entra. El hombre va muy bien bestido y porta un bolso mediano. Se miran de reojo. La mujer hace una seña casi imperceptible de cansancio. Solo la vemos el hombre maduro y yo.
El niño insiste. Intuyo que el hombre es su padre. Él se agacha, le habla, y le señala algo.
Los dos jóvenes se separan en un instante. Se miran. Veo lágrimas. El le pasa su mano por la espalda. Luego le agarra su cara y vuelven a fundirse.

El grupo de los carteles se agita. Los gritos aumentan.

El señor de sobretodo, hablando por teléfono, se molesta con los gritos y se aleja. Aún refunfuñando.

El chico sentado en el piso detiene su carrera en el teclado.
Levanta la cabeza.
Mira hacia su derecha y vuelve a clavar la vista en la pantalla.

El pibe de la limpieza se aleja con su lampazo. Creo percibir que está tararaeando algo.

Desde hace unos años, bastantes en realidad, mi trabajo me ha llevado a viajar mucho. Tanto que cuando estoy un tiempo parado empiezo a extrañar los viajes. Me pongo irascible, inaguantable diría.
Los destinos?
Muchos y absolutamente variados y con contrastes asombrosos.
En esos derroteros. Los aeropuertos son una escala absolutamente necesaria e imprescindible. A lo sumo reemplazadas por alguna estación de tren, en países donde funcionan. O algún que otro auto alquilado, cuando la ocasión lo merece.
Pero el caso es que la constante en mis viajes es (por lo menos la que más se repite) que casi nunca nadie me va a despedir y menos a recibir en el aeropuerto.
(Nota: no entiendan mal, no es un reclamo. Y estoy lejos de querer provocarles lástima. Sólo intento contextualizar la cuestión.)
Incluso cuando he estado en pareja o cuando he tenido muchos amigos en los destinos, siempre algo conspira para que termine solo en los aeropuertos.
Esto, desarrolló en mí, una capacidad de observación que se fue transformando en un ejercicio casi necesario.
En un ritual, diría.
Al principio, miraba a todos con un desdén que no ocultaba una no-sana envidia, debo reconocer, pero después, merced a los tiempos que estaba en estos espacios, (multiplicado por mil si me toca un vuelo de Aerolíneas Argentinas) fui descubriendo, inventando, imaginando las historias de todos. Haciendo de las despedidas y recibimientos de los demás, algo más que una fugaz visita. Haciéndolos, aunque sea en mi cabeza, parte de un LUGAR, en donde todos comparten algo. Y muchas veces, en ese juego, me conmuevo.

Y de golpe….
El viejo se acerca, más decidido, y le entrega su único patrimonio material a su hijo que se va a “hacer la Europa”, como su padre lo hizo con “Su América”.
Es una cadenita que la Nona le entregara para que nunca se olvidara de donde venía.
Lo abraza.
Le dice por primera vez que lo quiere.
Que se cuide.
Que no mire para atrás ni piense en ellos.
Pero que sepa que siempre va ha tener su casa, su lugar y que nunca, nunca, nunca se van a olvidar de el.
El resto del grupo es su familia. Que ahora toman una prudente distancia, para que el patriarca le de su bendición.
Los ojos cansados brillan como soles en la noche.
Lo abraza fuerte. Lo mira y le da una palmada en la mejilla. Como para que no lo olvide.

La mujer bella avanza, pasa el umbral del embarque. Muestra su documentación. Atrás el hombre maduro la sigue. A distancia. Entre ellos hay varias personas. El hombre hace lo mismo. Llegan a la sala de pre-embarque se encuentran, se miran y se besan sin control. Son amantes desde hace dos años. Este es el viaje prometido durante tanto tiempo. El pago por tantas ausencias. Ahora ella está primero. Por fin, aunque sean unos días, el tiempo es sólo para ella….

El niño se suelta de el pantalón de su padre. Sale corriendo. Pasa sin que le importe el guardia de seguridad, ni los controles. Va en busca de su madre. Ella lo espera y lo estrecha en un abrazo interminable.
Llora. Se ríe.
Estos dos meses en esa clínica fueron demasiado.
- Ya esta mi chiquito!!! Ya está!!- no me voy más!!! Te juro que no me voy mas!!!
El padre se les une y llora. El guardia se da cuenta y no impide que se junten. El también extrañó mucho a su madre. Aún lo hace …

Los dos jóvenes se separan, aunque no quieren. Se conocieron por azar. Ella estaba en el bar de un hotel, el estaba por una convención. Sólo se vieron tres días.
Eso les bastó.
Se prometen una revancha.
Él espera que esa revancha le dure toda la vida..
Se abrazan otra vez. Ella lo mira a los ojos y le dice
- Pensame, extráñame. Me vas a hacer falta
El piensa – ya te pensé, te juro que te soñé, aunque no entiendo que es esto voy a verte de nuevo.
Finalmente pasa la puerta y casi ni se nota las lágrimas en sus ojos.

El grupo bullicioso estalla. Todos los demás creen que es un artista famoso el que viene. O un deportista campeón.
Pero no
Es Pablo. Que se fue hace 7 años a EEUU.
Que limpió bosta ajena.
Que se ocultó de la migra en NY.
Que fue heladero, obrero, mecánico y mozo.
Que juntó unos dólares y se puso un negocio.
Que conoció a Lourdes, mexicana, y que lo acompaña junto a Pablito, el hijo “Gringo” de los dos.
La multitud es la familia. Vino a recibirl, desde la vieja, a los primos terceros.
Se escuchan cantos, gritos, guitarras.
El pablo se adelanta.
Está cambiado, usa una ropa rara media brillante y unos lentes oscuros que parecen de estrella de cine.
Pablo se ríe y abre los brazos con muchos regalos en bolsas estridentes.
La multitud se calla.
Pablo se adelanta y tira las bolsas.
Entre la gente pasa una señora bajita pero inmensa.
Lo mira y lo abraza.
Pablo se pone a llorar.
Ya no es más el ganador. Es “el Pablo”.
Y ella es la vieja.
Que lo consuela, lo besa y le da una palmada en la cara para hacerle saber que está todo bien, que una madre nunca olvida...

El de la computadora se detiene en seco. La cierra sin apagarla y sale corriendo. Le estaba contando a su amigo por el Chat de la noche anterior. De las mujeres que conoció.
De que ahora se va a otra Ciudad . Y que le prometieron las mejores olas y las mejores fiestas. Pero casi pierde el avión por contárselo a su amigo. La azafata lo regaña con una sonrisa y embarca.

El señor de sobretodo, por fin deja de hablar por teléfono.
Se acerca a la puerta 8.
Sigue refunfuñando y promete no viajar más en una aerolínea común.
Reclama prioridad porque su asiento es en primera.
La azafata lo mira con bronca contenida, ella está harta de la prepotencia que tienen los nuevos ricos, debería haber seguido estudiando Trabajo Social, piensa.
Le pide el Ticket. El señor lo busca.
Se revisa entero. Se palpa con violencia. Abre su maletín. Ya no refunfuña, sino grita y culpa a los del scanner.
La azafata ensaya una leve mueca de sonrisa y lo intima a entregar el Ticket. El no lo encuentra y grita que compra otro.
Ella le dice que el avión está completo y que no se puede. Ella piensa – “algunas veces me encanta este trabajo”.
Se empieza a cerrar la puerta con el señor afuera.
Y se oye a Pedro, el chico de la limpieza, que dice
- Busca esto señor?
Y le extiende el ticket de primera
El señor de sobretodo lo mira extraviado y amaga en darle unos pesos
Ya es tarde, Pedro ya se fue. Escuchando por sus auriculares “...don`t worry…. Be happy”, pasando el lampazo y pensando.
Faltan dos horitas y la veo!!
La azafata mira la escena y piensa. Definitivamente, a veces, me gusta mucho este trabajo…..