domingo, 8 de junio de 2008

Los calzoncillos y las madres...

“Te cambiaste el calzoncillo? Mirá si tenés un accidente y en el hospital te tenés que sacar el pantalón? Andá cambiate. Cuidate mucho” beso con ruido y al fin la libertad!!
A quien no le han dicho esto alguna vez? A quién no le pareció una excentricidad comparable con la de coleccionar chicharrones con forma de famosos, esta frase?
Como si me preocupara algún detalle escatológico cuando estén tratando de salvarme algún miembro o separándome de lo que parece ser un vehículo. Ni que hablar de las emergencias más bizarras que se me ocurren y de las cuales estoy más cerca de que ocurran.
No obstante esto, hace unos días que me acuerdo sistemáticamente de esta recomendación/consejo/orden. Con gracia. Pero con mucha más ternura que gracia, en realidad.
Para ser sincero, con cierta añoranza, con melancolía y hasta con ganas de escucharlo de nuevo.
Es que, si se ponen a pensar, esto es una genialidad del arte Naïf, es la construcción perfecta del relato de amor. Es decirte “Estás grande para que te diga que me muero si te pasa algo, que te amo por sobre todo y todos y para colmo no sé como vas a tomar si te digo que quiero que todos vean lo hermoso que sos, incluso en la sala de operaciones” O que refuerzan, de alguna forma extraña que ellas sólo saben, un sentido de propiedad único, de marcar, por si hay alguna duda, de que ellas son quienes más te conocen y a quienes les pertenecés por sobre cualquier otra chirusita o chambón que ose mirarte en interiores.
Pero la verdad es que lo extraño.
Esta libertad de salir con los calzones sucios, sin ellos, o incluso olvidárselos en algún lado me da melancolía.
Será que hace tiempo yo tenía alguien más a quién yo le parecía perfecto, que se preocupaba por lo que me pasara, que me perseguía con obsesión maternal por mis frecuentes omisiones de pulcritud. Que me creía que era de su propiedad y que, por sobre todos y todo, me conocía más que nadie. Lo peor es que yo renegaba constantemente de eso. No entendía o no quería entender. Lo consideraba un hostigamiento, celos, exceso de tiempo libre…… no sé.
Hace menos tiempo me ví preocupándome igual por alguien que no lo notaba o no lo quería. Y no está bueno el rechazo. No es que uno pretenda que se lo agradezcan por parecerse a una idishe mamele con síndrome del nido vacío o Munchausen , esa no es la idea de macho que quiero dar precisamente, pero si que noten cuanto te importan.
Es todo.
No por que sea un cliché, deja de ser cierto. Extraño importarle tanto a alguien.
Por lo pronto he decidido viajar la casa de mi vieja. Que siempre me va ha preguntar si me cambié los calzoncillos, y siempre, siempre, lo voy a hacer. No por esas cuestiones de urbanidad, ni esa raro placerque se siente al ponerse ropa limpia. Sino porque si algo sale mal. O muy bien. Si tengo un accidente, o me los olvido en alguna casa que no sea la mía. Quiero que quede claro, clarísimo, sea un enfermero de 200 kilos o una ocasional ninfa que despierte conmigo, que a alguien le importo tanto, tanto, como para cambiarme a diario la ropa interior.

4 comentarios:

Porteñita Secreta dijo...

Entiendo y comparto.

A veces las relaciones entre hombres y mujeres se van viciando tanto que muchos gestos de amor terminan interpretándose como cosas negativas. Por supuesto que hay bordes (no buscar en una novia una madre, por ejemplo). Pero creo que uno de los secretos para estar bien en pareja es decorar todos los días con pequeños gestos de amor que demuestren lo que nos importa el otro.


Colgado, se agradece mucho el link a mi blog en tus recomendaciones, pero hacele el favor a tus lectores de ahorrarles un click y cambiá el viejo URL por www.eltuneldemispiernas.com.ar :)

Abrazos porteños!

La Peste dijo...

mi mamá me exige que me depile, a lo que no hago mucho caso... con respecto a las parejas nunca duraron tan poco como para que no me importen, aún separados. A veces me gusta creerme un poco madre, aunque no me corresponda y decirles cosas a mis exs como: si vas a estar con alguien usa forro, o acordate de siempre siempre bajar la tapa del inodoro para que las mujeres crean que te importan o que las tenés en cuenta y la infaltable: por qué no te cuidás, los excesos (sobre todo de alcohol) no son buenos.
Igualmente,y por otro lado, a las personas orgullosísimas como yo nos cuesta agradecer, o expresar sentimientos por parecernos de debilidad, aunque,... de vez en cuando y muy a nuestro pesar se nos cae un "te quiero" que pareciera esperar ese momento entre melancolía y esperanza para colarse por ahí, usurpando nuestra boca....

Diganmelon dijo...

Porteñita: Son los gestos, y aprender a identificarlos. Ni más ni menos. (arreglado el link)
Némesis: no es el reconocimiento lo que se espera. Simplemente saber que el otro sabe que siempre, siepre está. Y no hacer de eso un motivo de debilidad o abuso. Sino un motivo de tranquilidad y seguridad.

Anónimo dijo...

Permiso ... ví luz y subí ! recién te saludè en el comentario de la juntada y ya q toy te leo y me da ternura el tema, siempre me inculcó mi mami a bañarme todos los días, usar el famoso Impulse o similar, cepillarme los dientes etc. xq mirá si te pasa algo en el hospital van a decir há cómo? la madre no le enseñó ? etc etc, hoy con casi 40 me sigue pasando aunq cambió la canción: andá con cuidado, manejá despacio, q los niños estén bien abrigados ...
Ha sido un placer haber tenido uaa mamá como la mia tan amorosa, dedicada, siempre arregladita y perfumada... quiero q mis hijos vean eso en mí, de hecho ya se dan cuenta. Hoy la disfruto y le hago todas las demostraciones de amor posibles, lamento q haya gente q no pudo experimentar ésto y los q sí ... NO SE QUEJEN DE LLENOS !!!
Besito